La higiene postural se trata de un conjunto de normas, consejos y actitudes posturales, tanto estáticas como dinámicas, encaminadas a mantener una alineación del conjunto del organismo con el fin de evitar posibles lesiones. Su principal objetivo es aprender una serie de normas y hábitos para ayudar a proteger la columna vertebral a la hora de realizar actividades de la vida cotidiana. Es fundamental aprender y adquirir hábitos saludables, no solo a nivel alimentario y de actividad física sino también de todo postural!
Aquí te dejamos algunas recomendaciones básicas a tener en cuenta y así poder realizar los esfuerzos de las actividades cotidianas de forma correcta y segura.
- Para comenzar, la forma ideal de tumbarse sobre una superficie para llegar a reposar y descansar el cuerpo en esta, es situarse boca arriba. Si por alguna razón no podemos permanecer en esta postura durante mucho tiempo, lo ideal es colocarse ligeramente de costado.
- Por otra parte, cuando estamos sentados en una silla se deben apoyar completamente los pies en el suelo y mantener las rodillas al mismo nivel o por encima de las caderas.
- Al levantar y transportar materiales pesados nos hemos de agachar flexionando las rodillas, con la espalda y la cabeza rectas, apoyando los pies en su totalidad en la superficie del suelo y manteniendo una distancia entre ellos similar a la de los hombros.
- En el caso de mantenernos de pie, hemos de ir cambiando de posición constantemente. Si podemos estar andando, mejor que parados. En este caso mantendremos la espalda erguida y la cabeza recta.
¡Esto solo son diferentes pautas simples y muy básicas a seguir!
No debemos de olvidar que es muy importante mantener una buena musculatura en la zona cervical, dorsal y lumbo-pélvica. También debemos de tener en cuenta siempre el hecho de recurrir a un profesional de la salud (médicos, rehabilitadores, fisioterapeutas…) en el caso de que nuestra higiene postural se vea muy afectada y comience a tener consecuencias negativas en nuestro bienestar.