¡Hola amigos y amigas, hoy os escribo yo, Jose Javier!
Hoy, más que un artículo científico, os traigo un artículo de opinión en relación al mundo fitness y de las instalaciones deportivas. Como bien sabéis, esto del Covid-19 nos ha traído una serie de medidas y de normalidades condicionadas…y en el mundo de los gimnasios e instalaciones deportivas, podemos decir que son bastante estrictas…
Bajo mi punto de vista, las más destacadas son:
-
- La reducción del aforo al 30%
- El no uso de vestuarios
- La no realización de actividades colectivas o limitación severa de asistentes a las mismas y
- La desinfección antes de entrar.
Entonces, si analizamos de manera subjetiva cual ha sido el negocio de los gimnasios en estos años, podemos decir:
1.- El gimnasio de toda la vida, obtiene beneficio cuanta más gente este apuntada, y menos gente apuntada asista; porque así no genera gasto / depreciación…
2.- La evolución de esto viene con las clases dirigidas… los asistentes a instalaciones deportivas se borran de las mismas cuando dejan de ir… Entonces aparecen clases instruidas por una persona, que se realizan como máximo en 60 minutos en un espacio concreto y se pretende albergar al mayor numero de personas… realizándose con cierta frecuencia semanal.
Aquí, el gimnasio o instalación, pretende fidelizar a través de una actividad; por ejemplo, Yoga, Spinning, Body pump… porque el gimnasio, sabe que en la sala fitness no se fideliza, porque los asistentes a la misma ‘’van solos’’ y estos son clientes «buenos» (abonan su cuota, pero van a la suya y asisten con cierta asiduidad).
3.- Luego, después de esto, ya han venido actividades en grupos reducidos o más individualizadas… Hay un perfil de personas más exigente y con menos tiempo que antes… pretende optimizar su tiempo y conseguir resultados… pero el gimnasio se ha quedado atrás… al aparecer centros de entrenamiento individualizado, grupos reducidos, etc.
¡Ahora, era Covid! Sumado a las medidas gubernamentales más el miedo de las personas a los espacios cerrados, compartir material y aglomeraciones… ¿cómo reaccionará el gimnasio? ¿Cambiará su modelo de negocio?
La realidad, es que con estas medidas, una instalación grande no se puede mantener… ¿Asumirán los clientes una subida considerable de las cuotas? Teniendo en cuenta que no van a disfrutar de las instalaciones como antes…
¿Es decir, pagar más, por menos?
En el próximo capítulo… lo veremos…
¿Te ha gustado el artículo? Déjanos tu comentario con tu opinión, nos interesa conocerla. Yo soy Jose Javier y, recuerda, ¡vamos a tope!
Buenas tardes todo se hace por prevención yo prefiero entrenar con muy poca gente el virus sigue ahí gracias un saludo
Yo hablo por mi experiencia, los gimnasios me han costado dinero y no he asistido por fuerza de voluntad , en cambio desde hace 4 años es rara la vez que faltó a mi cita de entrenamiento personal. Es más personalizado y me gusta. Respecto al Covi opino que es más seguro el tipo de entrenamiento personalizado o de grupo reducido que un espacio donde acude mucha más gente. Es mi humilde opinión.
Muchas gracias por tu aportación Almu, es super interesante para todos! Un beso!
Yo últimamente frecuentaba ambos sistemas. El gimnasio contaba con gran número de aparatos y spa, lo que lo hacía variado y relajante tras el esfuerzo, en contra, muy despersonalizado. El Centro de Entrenamiento tiene la grandísima ventaja, para mí, de tener al lado al monitor-animador, pero la desventaja de ser aburridísimo y muy monótono, siempre es más de lo mismo. Otro lastre, también para mí, es que la rigidez en la aplicación de los protocolos o normas en los centros pequeños impiden alcanzar una relación más allá de la meramente comercial, profesional-cliente, el trato que podría ser de «cuasi complicidad» ,lo que contribuiría a la fidelización del ,»cliente-amigo, en el fondo,como digo, resulta un algo distante, lo que no alcanzo a comprender.
Muchas gracias por comentar tu experiencia y punto de vista »sin filtros», desde luego que da para un debate muy grande!
No dejes de comentar!
Sinceramente, si llego a saber que había censura previa, no hubiese escrito nada.
En pleno siglo XXI que haya personas que se irroguen una categoría moral que les permita permitir o prohibir el pensamiento y opinión de los demás para mí es inconcebible fuera de las sociedades totalitarias.
Los comentarios que se escriben y agradecemos mogollón, se han de aprobar a posteriori, por si son spam! Disculpa las molestias ocasionadas!