¡Hola hola mis queridas y queridos deportistas, soy Marta!
Hoy vengo a daros mi opinión sobre una forma de realizar el entrenamiento de fuerza: con máquinas o con peso libre… ¡Yo lo tengo muy pero que muy claro!
Antes que nada, me gustaría hacer referencia a una de las entradas anteriores de Jose, en la que habla un poquito sobre las dos formas de entrenar y en especial, hace incidencia en cual de estas es más “segura”. Continuando con ello, me gustaría recalcar que los dos tipos de entrenamiento son eficaces y en función del nivel de la persona que se ejercita se puede adaptar mejor uno u otro mecanismo a este deportista. Pero puestos a mojarnos… allá vamos, yo me decanto por el entrenamiento con mancuernas, el entrenamiento con peso libre y te voy a explicar un poquito el porqué de mi decisión.
En primer lugar, escojo este tipo de entrenamiento por la variedad de material que se puede utilizar. A casi todas las personas se nos viene a la mente las mancuernas cuando hablamos de entrenamiento con peso libre pero lo cierto es que existen multitud de materiales para poder entrenar: kettlebells, fitballs, trx, barras, bandas elásticas, balones medicinales, discos o incluso objetos de andar por casa como garrafas, bolsas de alimentos, sillas…
Por otra parte, considero que el peso libre puede resultar más versátil que el entrenamiento guiado con máquinas, pues con muy poco material se pueden realizar muchísimos ejercicios diferentes. Además, a través de este tipo de entrenamiento, como el cuerpo ha de trabajar para soportar el peso con el que se entrena, los músculos estabilizadores (además de los grupos musculares que en los que estemos enfocando la fuerza) también se activan. Por ello, en lugar de aislar el trabajo muscular como se lleva a cabo en las máquinas, se activan muchos más músculos.
En consecuencia, al ser un trabajo más completo y requerir una activación de mayor número de grupos musculares se necesita más energía. Por lo tanto, es un tipo de entrenamiento que gasta muchas calorías!
Este tipo de entrenamiento, a diferencia que con las máquinas, permite que el cuerpo se mueva en los tres planos de movimiento, de modo que durante los esfuerzos cada uno se mueve sin limitaciones, como lo haría en la vida normal, por lo que ayuda a fortalecer todo el cuerpo para realizar las actividades cotidianas.
Y por último, para mi el puntazo del peso libre es que requiere mucha concentración. El entrenamiento de fuerza necesita atención plena para reclutar las mayores fibras musculares y obliga a centrar todos los sentidos en los movimientos que estamos ejecutando. Por lo tanto, ¡es una forma de desconectar de todo lo que te rodea y centrarte en ti mism@!
Espero que hayas disfrutado de esta entrada tan personal y nos “vemos” en la siguiente. Mientras tanto, ¡a ponerse fuertes!