A la hora de comenzar a entrenar, lo primero que nos planteamos es si debemos hacerlo solos o en compañía. Entrenar solo tiene una serie de ventajas e inconvenientes, al igual que entrenar acompañado. Veamos qué hay de bueno y malo en cada opción:
SI decidimos entrenar solos, tendremos menos distracciones y será más fácil concentrarse y respetar los tiempos de trabajo y descanso, así como hacer la rutina de forma más adecuada. Además, el entrenamiento estará personalizado, variando qué vas a trabajar cada día y cómo hacerlo. Hay menos improvisación o cambios sobre la marcha. Además, en caso de hacerlo en un centro deportivo, tendrás menos esperas, pues será más sencillo encontrar hueco para uno ya sea en las máquinas, clases o cinta de correr.
Sin embargo, en la parte de los inconvenientes, destaca que es posible que pronto nos aburramos, pues mentalmente cansa más, y puede hacernos dejar la actividad. Del mismo modo, en ocasiones motiva más entrenar con alguien que nos ayude a dar el máximo. Del mismo modo, en estos casos es fácil estancarse, al entrenar solo puede ocurrir que se termine repitiendo siempre la misma rutina, sin nadie que añada un consejo o aliciente para variar.
En cambio, si decidimos entrenar acompañados, todo es más dinámico, menos aburrido. Es más social y es más fácil progresar y aprender. Además, contaremos con ayuda para mejorar ejercicios o corregir fallos de técnica. Si los compañeros se complementan, es fácil que cada uno vaya motivando al otro. También irán dando ideas o trucos, o buscarán progresión en los entrenamientos. Además, puede ser un importante reto, un compañero es un estímulo para mejorar y superarse, para motivarse y superarse.
En el lado negativo, vemos que es más fácil distraerse, conversar en exceso, prolongar los descansos y no centrarse en lo que se está trabajando. Del mismo modo, Se pueden dar errores continuados: Si el nivel de todos es similar, y no se preocupan en exceso por aprender, es fácil que ninguno corrija los fallos propios o ajenos, o que cada cual imite al otro, haciendo los ejercicios de una forma incorrecta. Además, es más lenta la rutina, pues tienen que pasar más por el mismo sitio.
Sin duda, la mejor recomendación es entrenar solo pero con la compañía de un entrenador personal, de forma que aunemos las ventajas de entrenar solos con las de hacerlo de forma colectiva. ¡A tope con esos entrenamientos!