Muchas veces, quienes acuden al Espacio Penalba8 tienen una obsesión por las calorías: miden todo aquello que ingieren, y más ahora que las app que ayudan a esto se han multiplicado. Por el contrario, hay quienes no han contado en su vida ni una caloría, y no lo harán nunca. Pues bien, como con todo, en el término medio está la virtud.
Contar calorías puede ser una forma muy efectiva de ser conscientes de si comemos más cantidad de la esperada. Muchas veces creemos que no comemos tanto hasta que empezamos a sumar los alimentos, sus calorías y vemos el resultado final. Contar calorías nos servirá para darnos cuenta de la realidad calórica de nuestra dieta, alimentos o comidas.
Además, a la hora de contar calorías influyen factores como la forma de cocción, la cantidad de agua, entre otras cosas. La realidad es que contar calorías no es la mejor opción para adelgazar.
Pero, si lo que buscamos con contar calorías es mejorar nuestro estilo de vida y seguir una dieta saludable, para perder algo de peso o bien mantenerlo, no es necesario contar calorías. Es mucho más inteligente y sencillo mejorar hábitos alimenticios, porque contarlas nos va a llevar a obsesionarnos con los números y no le daremos importancia a la calidad nutricional de ciertos alimentos.
Por ejemplo, el caso del aceite de oliva, un alimento con muchas calorías que tenemos que ver cómo consumirlo, puesto que es beneficioso en nuestra dieta.
Sin embargo, en la práctica de ciertos deportes nos puede interesar saber cuántas calorías ingerir para que nuestro rendimiento sea mucho mejor. Después de una carrera intensa, puede ser muy adecuado consumir hidratos de carbono, puesto que nos ayudan a recuperarnos mejor.
También existen otros deportes donde es importante mantener un peso concreto o en momentos muy determinados, sí se puede llevar un control más estricto de las calorías.
Como conclusión, es importante tener una ligera idea de qué son porciones normales para nosotros y a partir de ahí, adaptar los hábitos alimenticios para lograr un peso adecuado. Es importante que sepamos qué comemos, y qué representa cada alimento, de forma que logremos reducir la ingesta de los más calóricos.