Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo artículo, un artículo; que desde ya, os digo que sólo con el título, es algo incompatible…
El alcohol es incompatible con el rendimiento… con el deporte… y más todavía con el rendimiento deportivo…
También es verdad, que esto lo podemos decir tan rotundamente, por todos los estudios que llevan realizados a lo largo del tiempo… sobre todo en esta última década…
Desde el punto de vista científico, según la OMS, el tabaquismo y el alcoholismo son las drogodependencias más extendidas en nuestra sociedad, y representan, respectivamente, la primera y la tercera causa de años de vida con discapacidades. El Observatorio Español sobre Drogas asegura en su último informe que la mayoría de los españoles consume bebidas alcohólicas esporádica o habitualmente. En 2008, 72,9% de estudiantes de entre 14 y 18 años ya había consumido bebidas alcohólicas y 14,8% se consideraba fumador habitual. Ruiz-Risueño & Ruiz-Juan ,& Zamarripa. (2012).
Profundizando sobre el tema que nos compete, que es el alcohol… El componente que hay que tener en cuenta del mismo, es el etanol que afecta al sistema nervioso central, provocando euforia, mareos, disminuyendo la respuesta a los reflejos, somnolencia, alucinaciones, confusión etc.
Y más concreto, relacionado con la actividad física:
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- El consumo agudo de alcohol ejerce un efecto negativo sobre la psicomotricidad, como tiempo de reacción y coordinación.
- Puede alterar la regulación de la temperatura del cuerpo durante el ejercicio prolongado en ambiente frío.
- El alcohol puede disminuir la fuerza, la potencia, la tolerancia muscular local, la velocidad y la tolerancia cardiovascular.
- El consumo prolongado y excesivo produce cambios patológicos en hígado, cerebro, músculo, corazón y puede llevar a la incapacidad y la muerte.
En conclusión… os remito al segundo párrafo del artículo… ahora, nunca está de más… recordar el porqué de todo…
Y tú… ¿Pensabas que era tan mala la ingesta de alcohol? ¡Deja tus comentarios!
¡A tope!