Cuando llega el calor, puede resultar un desafío mantener la motivación para mantenerse activo y comprometido con la actividad física. Sin embargo, con algunos consejos y estrategias que te voy a dar, puedes superar esta situación y seguir adelante con tus rutinas de ejercicio. ¡Allá vamos!
- Primero y más importante: elige el momento adecuado. Opta por hacer ejercicio temprano, a primera hora de la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más frescas. Evita las horas pico de calor y busca sombra o lugares con ventilación para minimizar el impacto del sol directo.
- ¡Mantente bien hidratado! La hidratación es esencial cuando hace calor. Asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio y lleva contigo una botella de agua y haz pausas regulares para reponer líquidos durante todo el día.
- Viste ropa adecuada. Utiliza ropa liviana, transpirable y sobre todo, de colores claros que te ayude a mantenerte fresco. Opta por telas que absorban la humedad y eviten la acumulación de calor en tu cuerpo cuando estés haciendo ejercicio.
- Busca alternativas. Si el calor extremo te impide realizar tu rutina habitual al aire libre, busca alternativas en espacios interiores con aire acondicionado. Puedes sustituir tus entrenamientos de carrera por nadar en la piscina o en la playa, o incluso tus caminatas por la ciudad, pasar a disfrutarlas por la playa.
- Varía tus actividades. Aprovecha el calor como una oportunidad para probar actividades diferentes. El verano es perfecto para el senderismo en montañas o bosques frescos, ir en bicicleta o incluso practicar yoga al aire libre temprano por la mañana.
- Encuentra compañía. Hacer ejercicio en grupo puede ser motivador, especialmente cuando las condiciones meteorológicas pueden echarte atrás. ¡Reúnete con amigos o únete a clases grupales para mantener la motivación alta y disfrutar de la compañía mientras te mantienes activo!
- Establece metas realistas. Adaptarse a las condiciones climáticas puede requerir ajustes en tus expectativas ya que probablemente “mejorar” en ciertos deportes es complicado. Establece metas realistas y flexibles para evitar la frustración. ¡Celebra cada logro, sin importar lo pequeño que sea!
- Y lo más importante: escucha a tu cuerpo. En la mayoría de veces las personas que nos leen no son deportistas de élite ni se van a dedicar al deporte de manera profesional, por lo que es importante aprender a escucharnos y prestar atención a las señales de nuestro cuerpo. No te exijas demasiado cuando hace calor. Si sientes mareos, debilidad o malestar, detente y descansa. Escucha tus límites y prioriza tu seguridad y bienestar.
Recuerda que cada persona es diferente y puede tener diferentes tolerancias al calor. Adaptar tus rutinas y escuchar a tu cuerpo es esencial. No dejes que el calor te detenga… ¡si no puedes con el enemigo, únete a él!