¡Muy buenas a tod@s! Nos preocupan las navidades, las fallas, las pascuas…pero a lo que más tememos al largo verano y a las consecuencias que tendrá sobre la báscula al llegar a septiembre. ¿Qué podemos hacer para cuidarnos lo máximo en esta temporada? En esta estación hay más horas de luz, tenemos más tiempo libre, hace calor y apetece salir a la fresca, nuestra vida social aumenta muchísimo y las oportunidades de consumir alimentos están a la vuelta de cada esquina. Helados, horchata con fartons, batidos, refrescos, cocteles, cerveza, vermut…y no nos olvidemos de la picaeta. Alimentos que deberían ser consumidos de forma ocasional pasan a ser de consumo casi diario.
Cada uno sabe de antemano más o menos cuantos días o salidas de ocio va a tener en esta temporada. En función de lo grande que sea ese número vamos a pensar que podemos ser más o menos permisivos con los excesos.
Si vas a salir poco aprovecha y prueba cosas nuevas de la zona donde vayas. Comer es un placer y la vida está para disfrutarla. El impacto que puedan tener esas salidas es poco relevante comparando con lo que haces el resto del año.
Si salir fuera va a ser la norma y no la excepción, y quieres cuidarte o tienes un objetivo concreto que quieres cumplir, sí que es interesante tomar buenas decisiones en lo que elegimos. Se puede disfrutar de gastronomía interesante a nivel nutricional fuera de casa y compaginarla con la que nos apetezca de vez en cuando. Si, tú también puedes. Repito de nuevo, comer es un placer y la vida está para disfrutarla. No obstante, habrá momentos en los que nuestros objetivos se queden estancados o no avancen tan rápido como en otras épocas del año y eso no es ningún problema. El progreso no debe ser siempre lineal y a veces puede ser más satisfactorio para nosotros disfrutar de una mayor flexibilidad en esta temporada. Mi consejo es no irnos ni al extremo de restringirnos absolutamente, ni al extremo de “es verano, todo vale”. Huye del o “todo es blanco o todo es negro” y quédate con que hay una escala de “colores” en medio que se llama equilibrio.
Es conveniente mantener en la medida de lo posible nuestros buenos hábitos y sobretodo es fundamental pensar que lo más importante es descansar, desconectar, disfrutar de los momentos en familia y con amigos, aprovechar que tenemos más tiempo libre para practicar cualquier deporte que nos apetezca. Si no eres una persona activa quizás ahora sería un buen momento para empezar. Y no para compensar los excesos, sino porque es necesario para nuestro cuerpo/mente moverse.
No olvides incluir frutas y verduras todos los días que te van a aportar vitaminas, minerales, fibra y además te ayudan a estar hidratad@. Recuerda la importancia de lavarlos y conservarlos de forma adecuada ya que el calor favorece el crecimiento de microorganismos y en esta estación suelen aumentar las gastroenteritis y las intoxicaciones alimentarias. Evita un consumo excesivo de alcohol y opta por otras bebidas como infusiones fresquitas o aguas de sabores. Si eres de los que te gusta tomar heladitos todos los días puedes probar a hacerlos caseros con diferentes frutas y yogur. Cuando salgas de picoteo recuerda que existen opciones súper ricas y a la vez nutritivas como ensaladas, gazpachos, productos del mar a la plancha…en la variedad está el gusto.
Y recuerda… cuando llegue septiembre…vuelve a tus buenas rutinas, sin culpabilidad. Hemos disfrutado de unas maravillosas vacaciones y hemos cogido fuerzas para el nuevo curso.
Así que mi mensaje para ti este verano es disfruta comiendo, disfruta moviéndote, desconecta y descansa.
¡Feliz verano! ¡Nos vemos en la siguiente entrada de blog!