Beneficios del trabajo de propiocepción

«Siento que soy el mejor, pero no lo voy a conseguir sólo diciendo eso.»

Jerry Rice

Empecemos por el principio, por la definición de la propiocepción. Esta palabreja nos viene, una vez más, del latín propius (propio) y cepción (sensación), por lo que podemos decir que los ejercicios de propiocepción son aquellos que trabajan el equilibrio y la postura.

Son ejercicios cuyo objetivo tienen fortalecer, prevenir lesiones y mejorar la técnica de carrera. Si juntamos estas tres características te habrás dado cuenta que son fundamentales para cualquier persona pero si eres deportista todavía más.

Beneficios de los ejercicios de propiocepción

• Fortalece las articulaciones y esto nos beneficia muchísimo, ya que unas articulaciones débiles es casi seguro síntoma de lesión, y un deportista lo que menos le gusta en este mundo es tener que dejar de entrenar por una lesión.
• Mejora la flexibilidad, la fuerza y equilibrio. Practicar un deporte no es solo realizar los ejercicios concretos de dicho deporte, sino que hay que trabajar aspectos como los mencionados anteriormente, ya que nos otorgarán un mayor rendimiento.
• Si practicamos el atletismo mejoraremos la pisada, haciéndola más eficiente y este elemento es fundamental para mejorar los tiempos tanto en distancias como la maratón como si trabajas en pista, velocidad, fondo o semi fondo.
• Imprescindible como complemento a los ejercicios específicos del cada deporte, ya que puedes trabajar directamente la reactividad del tobillo, las articulaciones de la rodilla y la cadera.
• Si tienes la mala suerte de lesionarte el realizar estos ejercicios reducirán los tiempos para volver a practicar tu deporte favorito.

Ejercicios de propiocepción

Ejercicios de propiocepción hay múltiples pero vamos a ver 3 que son imprescindibles dentro de la rutina de todo deportista. Estos ejercicios los puedes realizar varias veces a la semana y si tienes una continuidad empezarás a ver muy pronto los beneficios:

Flexión de rodilla con elástico: En la posición inicial de tumbado boca abajo coloca una goma elástica atada a tu tobillo por un extremo y por el otro átala a la pared o a algún mueble. Realiza una flexión de la rodilla hasta colocar la pierna en ángulo recto manteniendo esa posición 2 segundos, pasados estos vuelve a la posición inicial de tumbalo con movimiento lento. Haz repeticiones de 10 veces con cada pierna y repítelo 4 veces.

De puntillas de pie: Colócate de pie cara a la pared sujetándote con las manos en esta sube y baja el talón quedándote de puntillas. Repeticiones: 10 veces con cada pie y repetir 4 veces.

Sentadilla a una pierna: Colocándote de pie y con los pies juntos desplaza una pierna hacia delante quedando la otra pierna atrás, en esta posición flexiona la pierna adelantada 90 grados y vuelve a la posición inicial. Repeticiones: mantén esta postura 5 segundos y cambia de pierna. Repetir 3 veces

Nos vemos en el siguiente post.

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