¿Conoces todos los beneficios de la Actividad Física en la Salud?

¿CONOCES TODOS LOS BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA SALUD? – José Javier Moreno

¡Hola a todos y a todas! Me llamo Jose Javier Moreno y soy entrenador en el centro de entrenamiento Penalba8. [Se que muchos me conocéis, pero nunca se sabe quien va a pasar por aquí :D]

En esta entrada de blog tengo la oportunidad de hablaros acerca de los beneficios que le otorga la actividad física a la salud. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Sigue leyendo, amigo o amiga!:

En primer lugar, ¿Qué es la salud?, Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad”. Por lo tanto, cabe destacar que el concepto de salud engloba la concepción integral de la persona, teniendo en cuenta no solo la salud orgánica, sino que contempla la dimensión social y psíquica del ser humano.

Por otro lado, ¿Qué entendemos por actividad física?, según Bascón, M. Á. (1994), debemos diferenciar entre tres conceptos:

• • Actividad física: Todas aquellas actividades que realizamos a lo largo del día y que consumen energía a través del movimiento corporal (por ejemplo, subir las escaleras de casa o ir andando a trabajar).
  • Ejercicio físico: Aquellas actividades que realizamos de manera intencionada y repetida con el fin de mantener o mejorar la forma física.
  • Deporte: Es aquella actividad ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y está sujeta a normas.

Dicho esto, González Jurado, (2015) hace un compendio de la literatura que ha estudiado los beneficios de la práctica regular de ejercicio físico y los resume en los siguientes:

• • Aumento del consumo máximo de oxígeno y gasto cardiaco.
  • Reducción de la frecuencia cardiaca a un consumo de oxígeno determinado.
  • Mayor eficiencia del músculo cardiaco.
  • Vascularización miocárdica mejorada.
  • Reduce el riesgo de mortalidad cardiaca.
  • Aumento de la capilarización del músculo esquelético.
  • Aumento de la actividad de las enzimas aeróbicas del músculo esquelético.
  • Disminución de la producción de lactato a un porcentaje dado con el consumo máximo de oxígeno.
  • Mejora de la capacidad de utilización de los ácidos grasos libres durante el ejercicio. Ahorro de glucógeno.
  • Mejora de la resistencia durante el ejercicio.
  • Aumento del metabolismo, lo que resulta beneficioso desde el punto de vista nutricional.
  • Contrarresta la obesidad.
  • Mejora la estructura y función de los ligamentos y articulaciones.
  • Aumenta la fuerza muscular.
  • Aumenta la liberación de endorfinas.
  • Amplifica las ramificaciones de las fibras musculares.
  • Mejora la tolerancia al calor.
  • Contrarresta la osteoporosis.
  • Puede normalizar la tolerancia a la glucosa.

A nivel psicológico, estudios como los de Marquez et al., (2002) y Strawbridge et al., (2002), afirman que la práctica de actividad física contribuye a disminuir la ansiedad y a reducir los episodios de depresión, que son dos de los principales factores que contribuyen a tener una percepción negativa de la vida; y además, esta práctica mejora la autoestima y la imagen propia, aspectos fundamentales en la percepción de un bienestar psicológico.

Por otra parte, siguiendo con este estudio, tenemos los riesgos para la salud que conlleva la inactividad física y el sedentarismo:

• • Deterioro de la composición del tejido articular, provocando inestabilidad y degradación de los cartílagos, acelerando los problemas degenerativos.
  • Atrofia muscular.
  • Mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes tipo II.
  • La inactividad física mantenida en el tiempo es un factor de riesgo que acarrea en problemas del sistema cardiovascular, deteriorando la función miocárdica y disminuyendo el consumo máximo de oxígeno, aspecto muy relevante en cuanto a la afectación funcional de los demás órganos y sistemas.

Asimismo, también existen riesgos de sobre la práctica física inadecuada. Esta práctica, si se realiza de forma indiscriminada, descontrolada, sin programación ni orientación por personas cualificadas, puede llegar a ser igual o más perjudicial que la propia inactividad. Por ejemplo, un exceso de ejercicio físico o una práctica con cargas e intensidades excesivas de trabajo, realizadas sin adaptación ni control alguno de manera personalizada, aumentan el riesgo de consecuencias negativas para la salud de la persona, sobretodo en personas que no entrenan de manera habitual.

Finalmente, es necesario promover y estimular la práctica de actividad física desde una perspectiva de satisfacción personal y una ocupación saludable del tiempo de ocio, para así poder beneficiarse de todo lo que nos proporciona la actividad física a nivel de salud, tanto a nivel físico, como a nivel psicológico y social.

“Mens sana in corpore sano”

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¿Qué te ha parecido?, ¿Has aprendido algo nuevo? Déjame un comentario con tu opinión, nada me serviría más para seguir escribiendo y poder ayudarte con nuevos artículos.

Un fuerte abrazo, familia.

Jose Javier Moreno.