Probablemente hayas escuchado hablar de los disruptores endocrinos, pero quizás no tengas claro qué son exactamente ni por qué debemos preocuparnos… ¡Soy Ester y hoy vamos a hablar de ello!
En términos sencillos, estos son sustancias químicas que pueden interferir en nuestro sistema hormonal, afectando funciones tan importantes como la reproducción, el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Imagina que tu cuerpo tiene un sistema de mensajeros (hormonas) que le dicen a diferentes partes qué hacer, cuándo y cómo. Los disruptores endocrinos actúan como si fueran «falsos mensajeros» que engañan a este sistema y lo hacen funcionar de manera incorrecta.
Estamos expuestos a ellos por vía digestiva, respiratoria y dérmica. Se encuentran en una amplia variedad de productos cotidianos, como plásticos, productos de limpieza, cosméticos, alimentos enlatados e incluso en el agua. Otras sustancias más conocidas son los metales pesados, sustancias per/polifluoroalquiladas o PFAS, el bisfenol A (BPA), parabenos, triclosán, benzofenonas, los ftalatos, pesticidas, retardantes en llama…
El problema con los disruptores endocrinos es que, aunque algunas personas no noten sus efectos inmediatos, su impacto puede ser a largo plazo. Según diversos estudios científicos, la exposición a estas sustancias se ha relacionado con problemas de salud como:
- Problemas reproductivos: Alteran el sistema hormonal y pueden afectar la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres. En mujeres, pueden interferir con el ciclo menstrual y la ovulación; en hombres, reducir la calidad del esperma.
- Desarrollo fetal y de los niños: Las embarazadas expuestas a estos químicos pueden tener un mayor riesgo de tener hijos con problemas de desarrollo, como bajo peso al nacer, defectos de nacimiento e incluso trastornos del comportamiento.
- Enfermedades metabólicas: Hay estudios que los vinculan con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes, la obesidad y trastornos del tiroides. Todo esto se debe a que afectan el metabolismo y el funcionamiento normal de las glándulas endocrinas.
- Cánceres hormono dependientes: Algunos han sido relacionados con varios tipos de cáncer, como los de mama, próstata y ovarios, ya que alteran las hormonas responsables del crecimiento celular.
Aunque los disruptores endocrinos están en muchos productos, hay maneras de reducir nuestra exposición a ellos:
- Evita plásticos con BPA y ftalatos: Muchos plásticos (como los que se usan en envases de comida y botellas de agua) contienen BPA o ftalatos. Opta por productos sin BPA o, mejor aún, usa alternativas como el vidrio, el acero inoxidable o el plástico sin BPA. Además, trata de no calentar comida en plásticos, ya que el calor puede hacer que las sustancias químicas se liberen. Utiliza botellas de acero inoxidable, cerámica o vidrio.
- Compra alimentos frescos o congelados: Los alimentos enlatados, como sopas o verduras en conserva, a menudo contienen BPA en el recubrimiento de las latas. Al elegir alimentos frescos o congelados, puedes reducir esta exposición. Reduce el consumo de pescados azules de gran tamaño.
- Lee las etiquetas de los productos cosméticos: Muchos productos de cuidado personal (como cremas, desodorantes y perfumes) pueden contener ftalatos y parabenos. Asegúrate de elegir productos naturales o aquellos que no tengan estos químicos en su lista de ingredientes.
- Limpia con productos naturales: Evita el uso de productos de limpieza que contengan sustancias químicas fuertes. Puedes hacer tus propios limpiadores con ingredientes simples como vinagre, bicarbonato de sodio y limón.
- Opta por alimentos orgánicos: Los pesticidas utilizados en la agricultura convencional son otra fuente importante de disruptores endocrinos. Si no puedes comprar todo lo orgánico (tienen un coste elevado), hazlo con aquellos alimentos que acumulan mayor carga de los mismos como espinacas, manzanas y fresas. No te olvides de limpiar bien frutas y verduras antes de consumirlas. Puedes ponerlas a remojo durante 10-15 minutos con agua y vinagre o sal. Si no puedes lavarlas adecuadamente es mejor eliminar la piel.
- Usa filtros de agua: El agua potable puede estar contaminada con varios productos químicos, incluidos algunos disruptores endocrinos. Utilizar filtros de agua en casa es una buena opción para reducir esta exposición. Recuerda cambiar los filtros regularmente.
- Utensilios de cocina: prioriza los de hierro fundido (o hierro fundido esmaltado), acero inoxidable, acero al carbono, cerámica o piedra. Para hornear utiliza acero inoxidable, piedra, cerámica, vidrio o esmalte. Opta por tuppers de silicona platino, acero inoxidable, cerámica o vidrio.
Aunque, como habéis comprobado, los disruptores endocrinos están por todas partes, tomar conciencia y hacer algunos pequeños cambios en nuestra rutina diaria puede reducir significativamente nuestra exposición. Es importante recordar que no se trata de eliminar por completo estos químicos, lo cual es prácticamente imposible, sino de minimizar los riesgos y dar a nuestro cuerpo las mejores condiciones para funcionar correctamente. De esta manera, podemos proteger nuestra salud y la de las futuras generaciones.