¡Hola a todos y todas! Aquí estoy de nuevo, soy Marta Tendero y hoy vengo a traeros un temita un poco diferente, hoy hablaremos sobre los geles energéticos, qué son y para qué sirven.
Existen muchos tipos de geles energéticos pero en esta entrada nos vamos a centrar en aquellos que fundamentalmente están compuestos por hidratos de carbono, sales minerales, aminoácidos ramificados y en algunos casos cafeína o taurina.
En primer lugar, debemos saber cuales son las fuentes de energía que utiliza nuestro organismo a la hora de realizar un esfuerzo físico prolongado. Nuestro primer suministrador es el glucógeno, este es conocido como el combustible principal y se trata de un conjunto de moléculas de glucosa que nuestro cuerpo almacena y deja disponible para generar energía rápida. Para que nos entendamos, la glucosa está disponible en la sangre para ser utilizada de forma inmediata mientras que el glucógeno es la manera que tiene nuestro cuerpo de almacenar más glucosa y dejarla lista para ser utilizada cuando la necesitemos.
En segundo lugar, utilizamos las reservas de grasa, aunque se suelen combinar mucho con las reservas de glucógeno y por último nos vamos hacia el almacén de proteínas.
Para no llegar a utilizar componentes que necesitamos, los geles energéticos cuyo mayor porcentaje es azúcar (glucosa) intentan asegurar el aporte de carbohidratos necesarios durante el esfuerzo, no solo para retrasar la fatiga, sino para conseguir potenciar también el rendimiento. Además, los sales minerales que incluyen muchos de ellos, favorecen la reposición de electrolitos y los aminoácidos ramificados reducen el posible daño muscular generado por el ejercicio.
Pero pongámonos en situación, ¿quién debería y cuándo sería recomendable consumir geles energéticos? Estamos hablando de deportistas de pruebas cuya duración sea prolongada y que normalmente corresponda a actividades cíclicas y cardiovascularmente demandables como por ejemplo el ciclismo, la carrera, la marcha o pruebas combinadas como el triatlón. Además, también se debe tener en cuenta las condiciones atmosféricas, pues en un ambiente muy caluroso el consumo de glucógeno es mayor y se hace más necesario su consumo.
Por lo tanto, ¿qué crees que opino yo sobre los geles energéticos? Pues como en todo, en su justa y estudiada medida y valorando sus posibles efectos secundarios (podrían sentar mal o ser demasiado estimulantes) los recomiendo. De todas formas, hay que tener en cuenta que cada deportista es un mundo y en esta ocasión no iba a ser menos. Además, no hay que olvidar que, antes de hilar muy fino con este tipo de complementos, se deben estar haciendo las cosas bien en todos los demás ámbitos: una dieta correcta y acorde a la actividad que se está realizando y un descanso apropiado.