¡Buenas, soy Pepi y hoy quiero hablaros de los estiramientos!
Quiero comenzar con esta frase que leí de un libro que me regalaron recientemente y con la cual me siento totalmente identificada : «El secreto de llevar bien la edad está en mantener un cuerpo y una mente flexibles».
Desde hace años estiro diariamente y reconozco que mi cuerpo responde y agradece que lo haga. Lo que he leído durante años sobre los estiramientos, lo que mi cuerpo siente cuando estiro, hacen que piense lo beneficioso que es.
Muchas personas piensan que estirar es aburrido y una perdida de tiempo. Quieren ver que lo que hacen sea visible y rápido. Estirar mejora la circulación sanguínea, reduce el dolor de espalda, hace que mejore la postura, aumenta el rango de movilidad articular y los músculos tienen una función mas eficiente.
Los estiramientos mantiene los músculos ágiles y flexibles. El estiramiento hecho correctamente hace que nos sintamos bien. Si la conexión entre el cerebro y la musculatura es buena, te moverás con facilidad. Como cada persona es diferente, el estiramiento debe adaptarse a la estructura muscular y a la flexibilidad individual variando la intensidad de la tensión.
El estiramiento hace que desarrollemos la conciencia corporal, mejora la movilidad y la coordinación, en definitiva, te sientes mejor. Cuando entrenas la flexibilidad ayuda a deshacer las tensiones musculares, que causan dolor crónico.
¿Cuándo debes estirar? – Cualquier momento es bueno:
Por las mañanas al levantarte, cuando hayas estado mucho tiempo sentado o de pie quieto, o cuando sintamos tensión posicional.
A la hora de estirar hay que escuchar al cuerpo, debes concentrarte en la musculatura que vas a estirar, el estiramiento debe de ser suave, la tensión moderada, notando el estiramiento sin llegar a sentir dolor. Debes acompañar el estiramiento respirando lenta y controladamente. Coger aire al antes de iniciar el estiramiento e ir soltándolo suavemente mientras dura el estiramiento. Al principio con 10/ 15 segundos será suficiente.
Espero que os pueda ayudar y sobre todo, paciencia y constancia Nunca es demasiado tarde para sentirse bien.