Hoy en día practicar ejercicio físico es mucho más que una moda. Se ha convertido en una necesidad debido a los estilos de vida sedentarios de muchas personas debido a las largas jornadas de trabajo. Estas personas suelen quejarse de bajos niveles de energía y dolores en lugares específicos. La solución entonces es incorporar el ejercicio en el estilo de vida de cada uno de manera permanente, como si de una actividad rutinaria y normal se tratara.
Una vez tomada la decisión de realizar ejercicio debe decidirse si se realizará en un gimnasio, en el hogar o al aire libre. Independientemente del lugar, es indispensable estar debidamente informado sobre todo lo relacionado al ejercicio a realizar, desde sus posturas correctas hasta el tipo de calzado deportivo adecuado.
Este es un momento decisivo en el que se debe ser muy consciente de la importancia de confiar en una persona formada para ayudarte a conseguir tus propósitos. Una persona que te sepa guiar, en este caso una o un entrenador personal es un profesional del ejercicio involucrado en la instrucción y prescripción de programas de ejercicio. Algunas de sus funciones principales son: servir de guía para llevar a cabo el programa de ejercicios, proveer retroalimentación, enseñar la forma correcta de realizar los ejercicios y ayudarte a establecer nuevas o diferentes metas específicas.
Cabe mencionar que uno de los factores por los cuales muchas personas abandonan el gimnasio o su rutina casera de ejercicios es la falta de motivación. Con la ayuda de un entrenador personal la persona recibe un programa personalizado, atención y supervisión personal, horarios establecidos de sesiones de ejercicios y la certeza de que un profesional está supervisando a cada instante sus movimientos.
La importancia de un programa de ejercicios diseñado por un entrenador personal es que ofrece mejores resultados en el desempeño físico, en la composición personal y en la salud en personal. El entrenador personal utiliza la herramienta de la evaluación del estado físico de la persona para conocer sus fortalezas y debilidades. Con base en esta información le es posible diseñar un programa de ejercicios adaptado a las características personales, necesidades y deseos de la persona. Luego, durante la ejecución del programa, el entrenador personal supervisa a la persona, de tal forma de asegurarse que está realizando cada ejercicio de la forma correcta, logrando con ello máximos resultados y la prevención de lesiones… ¡ ya existen estudios que indican que contar con una persona que te guie ofrece mejores resultados, entre ellos mayor fuerza, mayor intensidad en la ejecución de la rutina y una percepción de que se está trabajando con mayor esfuerzo!
Así como resulta importante la asesoría de un entrenador personal, de igual importancia es que éste cuente con las acreditaciones necesarias que lo certifiquen como tal. Antes de contratarlo, has de informarte sobre sus acreditaciones y cerciorarte de que posee los conocimientos y habilidades suficientes para ofrecerte buenos resultados sin poner en riesgo tu salud. ¡Es tu cuerpo, tu máquina de trabajo más preciada lo que está en juego así que no te la juegues!