Para hablar de zonas de entrenamiento nos referimos en concreto al cálculo basado principalmente en porcentajes de nuestra frecuencia cardíaca máxmima (FC máx) o en su defecto en porcentajes por volumen de oxígeno máximo (VO2 máx).
Gracias a la división de los entrenamientos según distintas zonas o umbrales, podemos cuantificar y orientar las cargas de cada entrenamiento, lo que nos permite mejorar y optimizar nuestro rendimiento al máximo en nuestros entrenamientos, ayudándonos
Generalmente la división suele ser realizada diferenciando de forma clara cinco zonas, destacando distintas características según entrenemos en una u otra zona durante un período de tiempo:
- Zona 1:esta es la zona más suave o de intensidad baja, correspondería a entrenar al 50% – 60% de nuestra FC máx. Actividades como caminar o en general cualquier actividad de bajo impacto pertenecerían a esta zona.
- Zona 2:zona media o suave en la que generalmente nos encontraríamos entre un 60% – 70% de nuestra FCMÁX. En esta zona nos encontramos cuando trotamos despacio o caminamos algo más deprisa, al igual que cuando nadamos o realizamos ciclismo de forma suave.
- Zona 3:aquí entraríamos en lo que se considera zona aeróbica o de alta intensidad a un 70% – 80% de nuestra FC máx, Trotando a mayor velocidad, nadando o en bici a intensidad alta.
- Zona 4:esta zona es conocida también como zona submáxima o intensa, nos encontraríamos entre un 80% – 90% de nuestra FC máx. Actividades como correr, spinning nos hacen entrar en esta zona. Es una zona bastante dura que nos obliga a tener una respiración acelerada, se considera que entrenando en ella estaríamos aumentando nuestra capacidad y resistencia aeróbica.
- Zona 5:esta última zona es la zona máxima, nos encontraríamos a un 90% – 100% de nuestro FC máx. Cuando trabajamos en series o intervalos e incluso cuando competimos, llegamos en muchas ocasiones a esta zona durante períodos cortos de tiempo. Entrenando en esta zona aumentamos nuestra capacidad anaeróbica máxima, por ejemplo, en una carrera de velocidad como los sprints!
Ahora que ya las conoces, sal a realizar tus entrenamientos siempre acompañado de un pulsómetro que te permita tener en cuenta las zonas de entrenamiento. Si no trabajas acorde a ellas es muy posible que no consigas llegar al objetivo que te has propuesto, ya que no tienes ningún control sobre tu verdadero rendimiento!
Además, pasarse en lo que a intensidad se refiere sin tener en cuenta las zonas de entrenamiento conllevará a sufrir en tu cuerpo demasiado estrés y podrás padecer sobreentreamiento!