¡Hola a todos y todas! Soy Pepi de Penalba8, muchos de vosotros me conocéis físicamente y otros muchos habéis pasado por camilla y os he trabajado.
Todos tenemos aptitudes innatas que vamos descubriendo a lo largo de la vida, a mi me gusta trabajar con personas, hablar con ellas, conocerlas, empatizo fácilmente y creo que sé escuchar…
Ayudar y cuidar es algo que sale de mi espontáneamente.
Allá por el año 2015, salí de una empresa que se dedicaba a la rama de la salud de una forma más holística. Estuve casi diez años desempeñando una labor de recepción de pacientes, asistencia y realización de pruebas.
Los pacientes venían porque padecían ciertos dolores, eran personas que parece ser que la medicina tradicional no había podido ayudar.
Tras finalizar allí, decidí tomarme un tiempo para mí. Junto con una amiga que hice durante los años en mi anterior etapa, nos pusimos de nuevo a estudiar.
Quería seguir formándome y aprovechar el tiempo que en ese momento disponía, quería dedicarme a algo que me ayudara en mi crecimiento personal.
A medida que avanzaba con la formación, me iba gustando cada vez más. La parte teórica me parecía muy interesante y en cuanto pasamos a las prácticas en camilla, fue cuando esa parte de ayuda y cuidado estuvo más presente.
Al finalizar con mi formación en quiromasaje quise seguir con más formaciones relacionadas con este mundo como es el drenaje linfático, masaje para la tercera edad, auriculoterapia, ventosas, moxibuxión, etc…
En un principio mi primera idea no era la de trabajar en ello, pero curiosamente la vida te lleva… y sin pensarlo ni buscarlo, empecé trabajando en mi domicilio. El boca a boca iba haciendo su camino sin yo proponerme nada y trabajé en varios hoteles en los que me llamaban para sus clientes.
¡Luego vino Penalba8!
Es cierto que este trabajo es algo físico y produce cansancio evidentemente, aunque seas una persona fuerte y vital. Pero por contra, el trato con las personas y la posibilidad de poder ayudar, produce mucha satisfacción.
En mis sesiones, intento explicar que las tensiones y nudos que se producen en nuestros músculos, tienen una relación muy directa con lo que hacemos, con nuestros hábitos, con el trabajo y, aunque parezca mentira, con nuestros pensamientos y emociones.
Las personas necesitamos ese momento de ser escuchadas, saber qué nos está diciendo nuestro cuerpo con sus manifestaciones y para mí es maravilloso aprender de lo que cada persona te muestra.
La mínima mejora de las personas a las que presto mi servicio, es mi mayor recompensa.