La RM se trata nada más y nada menos que la “repetición máxima” que una persona puede llegar a realizar, es decir, una repetición con el máximo peso que sea capaz de levantar y manteniendo la técnica de ejecución perfecta. ¿Por qué solo una? ¡muy sencillo! Porque es el mayor peso que podemos mover una vez y ninguna otra más, el máximo esfuerzo que podemos llegar a realizar y que no se puede repetir con tal magnitud de kilos a mover.
Y te preguntarás para qué te sirve conocer tu RM, ¿verdad? Este nos permite planificar nuestro entrenamiento en función de nuestro esfuerzo máximo, de la mayor intensidad a la que podemos trabajar. Es decir, si conocemos cuál es nuestra repetición máxima en ese momento (ya que con el tiempo podremos mover más kilos que al principio de nuestro plan) sabremos en qué zonas queremos trabajar y hacia qué objetivos enfocar nuestra rutina ya sea trabajo de fuerza máxima, fuerza explosiva, hipertrofia o trabajo de fuerza resistencia.
Y ahora, ¿cómo conozco yo mi RM? Para saber cuál es nuestro RM existen test máximos, en los que se llega al esfuerzo final de manera progresiva y test submáximos a los que se llegan a pocas repeticiones a un peso dado pero sin llegar al esfuerzo extenuante (3RM-6RM). Desde nuestro punto de vista, los últimos son los más seguros y fáciles de ejecutar ya que para los primeros se necesitan uno o varios profesionales de la actividad física que supervisen la técnica y seguridad del ejecutante.
Así pues, tanto los test máximos como submáximos deben llevarse a cabo mediante ejercicios básicos y multiarticulares, en los que actúen grupos musculares grandes y hayan varias articulaciones implicadas. Es recomendable además, realizar ejercicios con peso libre, es decir, evitar todo aquel ejercicio que necesite de la complementariedad de una máquina puesto que la variabilidad de la resistencia de unas poleas a otras en diferentes aparatos puede trastocar los resultados (¡y no se admiten tramposos!) Así mismo, no han de utilizarse para el cálculo de la RM ejercicios que causen fatiga temprana en los músculos estabilizadores (zona lumbo-pélvica) ya que como hemos dicho el mantenimiento de la postura correcta es muy importante en dichas pruebas.
Por último, no olvides realizar estos tests con supervisión y ayuda profesional, ¡está en juego tu salud!