Existe hoy en día un pensamiento generalizado sobre el trabajo de aquellas personas que practican regularmente un trabajo: o trabajan poco o tienen cargos de poca importancia.
¿Cómo hemos llegado a esto?
No vamos a hacer un estudio exhaustivo sobre los desencadenantes de esta situación, pero sí a poner en valor, promover y motivar la importancia de practicar deporte de manera regular y rutinaria como fuente de beneficios para nuestra vida personal, y por supuesto, profesional.
Cuando el deporte forma parte de nuestra rutina, empezamos poco a poco a sentir cambios en nuestro cuerpo, tanto exterior como interiormente:
- desaparecen esos michelines que tanto tiempo llevaban con nosotros,
- nuestra figura se moldea progresivamente,
- nos sentimos más activos y ágiles,
- estamos de mejor humor,
- tenemos más autoestima porque nos gustamos más…
Todos estos beneficios, nos los llevamos al trabajo, ¿y en qué se traducen?
- mejoramos el clima laboral,
- disminuimos el sedentarismo, el cual es además, una de las 10 causas de mortalidad y discapacidad en el mundo según la OMS,
- tenemos menos riesgo de coger una baja por depresión o enfermedad,
- nuestra agilidad mental aumenta,
- hacemos tareas con más ritmo y rapidez…
Un estudio de la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona) y otro del CSD (Centro Superior de Deportes) han demostrado que la capacidad de los empleados de desarrollar sus tareas es mucho mayor cuando practican deporte regularmente porque llegan más animados y descansados a la par. Porque sus habilidades físicas, mentales y afectivas mejoran y lo siguen haciendo en el tiempo. Porque han liberado tensiones y estrés. Por muchas más razones.
Por lo tanto, que las empresas motiven a sus trabajadores a llevar una vida saludable, cuidando su cuerpo con el ejercicio físico y una buena alimentación es claramente una relación ganar-ganar.
Empleado: “CUIDA DE TU CUERPO, ES EL ÚNICO LUGAR QUE TIENES PARA VIVIR”
Empresa: “LA FELICIDAD DEL EMPLEADO, ANTICIPA EL ÉXITO DEL NEGOCIO. Y EL TRABAJO MÁS PRODUCTIVO ES EL QUE SALE DE LAS MANOS DE UN HOMBRE CONTENTO”